Toppers
Los toppers son un complemento idóneo que aporta un extra de confort y suavidad a tu colchón.
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¿Para qué sirve un topper?
Un topper es una capa adicional de confort que se coloca sobre el colchón para mejorar su suavidad, soporte y durabilidad. Estos accesorios son ideales para revitalizar colchones viejos, ajustar la firmeza de un colchón demasiado duro o suavizar uno demasiado firme. Además, los toppers pueden proporcionar alivio a puntos de presión, reducir los movimientos durante la noche y mejorar la circulación sanguínea. Disponibles en una variedad de materiales como espuma viscoelástica, látex o fibras naturales, los toppers son una solución versátil para transformar la calidad de tu sueño y prolongar la vida útil de tu colchón.
¿Qué grosor debe tener un topper?
El grosor ideal de un topper depende de tus necesidades y preferencias de confort. En general, se recomienda un grosor de entre 5 y 10 centímetros para obtener un equilibrio óptimo entre suavidad y soporte. Los toppers más delgados ofrecen una capa de confort adicional sin alterar significativamente la firmeza del colchón, mientras que los toppers más gruesos brindan una mayor sensación de acolchado y pueden ser ideales para colchones demasiado firmes. Considera tu posición para dormir, problemas de espalda y tus preferencias de confort al elegir el grosor adecuado para tu topper.
En Tu Descanso disponemos de diferentes tipos de toppers en función de su material. Puedes encontrar toppers de plumas fibra o viscoelástica.
En primer lugar, retira las sábanas y, si es posible, lleva el topper al exterior para sacudirlo y eliminar la suciedad superficial. Si el topper es lavable a máquina, sigue las instrucciones del fabricante y lávalo en agua fría con un detergente suave. Es importante no usar lejía ni suavizante de telas, ya que pueden dañar los materiales. Si el topper es demasiado grande para la lavadora, límpialo a mano utilizando un paño suave y una solución de agua y detergente suave. Después de limpiarlo, deja que el topper se seque completamente al aire antes de volver a colocarlo en el colchón. Para mantenerlo fresco entre limpiezas, puedes usar un aerosol desinfectante para telas o un purificador de aire.
